domingo, 16 de diciembre de 2018

las cosas estables


  1.  Hice una vez un listado de las cosas estables, aquellas que no cambian con el tiempo, o si lo hacen, lo logran muy lentamente, en años. Vemos la lista:  
  2. Las notas musicales
  3. Las letras del procesador o de la maquina de escribir
  4. El ajedrez
  5. Las ecuaciones matemáticas, la mayor parte
  6. Las reglas del fútbol
  7. Los signos de la taquigrafía
  8. Los gatillos de las armas
  9. Los cordones de los zapatos
  10. El borrador de los lápices
  11.       Las cuchillas de afeitar 
  12.       El tamaño de las azadas
  13.       El nudo de la corbata
  14.       Los números romanos
  15.       Las medias pantalón
  16.       La argolla matrimonial
  17.       Las pantuflas


jueves, 13 de diciembre de 2018

alguien robó mi gallina


Hemos hallado esta interesante y curiosa historia: Andrew Stefens y Karl Lift estaban en el Golfo Pérsico a bordo de una lancha patrullera. El mar estaba caliente y registraba 50,9 o más grados centígrados. Como la sed los tenía cercados, Andrew baja en busca de agua helada y encuentra que se ha acabado. Como es de reglamento, reportan su posición para regresar a la base. En ese momento Andrew decide evocar un recuerdo singular.  Dice: “Estábamos en entrenamiento en el Caribe y enseguida de la base naval un campesino poseía un cultivo industrial de sandias. Debido a la sed, los infantes de marina le coqueteaban a las sandias y por tanto deciden saquear parte del cultivo. El campesino se da cuenta, no se queja pero toma medidas. A la semana siguiente los infantes repiten el saqueo y súbitamente aparecen 120 infantes muertos y, entre ellos, un Almirante. Como es obvio, la Marina abre una investigación y encuentra un pesticida de carbamato llamado Furadan inyectado en las sandías. Todo el mundo guarda silencio. "No se puede poner brava mi vecina porque se robó mi gallina", dijeron en el consejo nacional de seguridad. Con este aforismo queda en claro, por ejemplo, que muchas veces un amigo deja de saludarnos e ignoramos por qué. Lo único que cabe pensar es que tiene un remordimiento gratuito y nada se puede hacer al respecto. El aforismo es la respuesta. Fin de la historia.