viernes, 26 de mayo de 2023

  EDIFICIO EN CONSTRUCCION

No ha comenzado a funcionar el infierno. Pese a las meticulosas observaciones del arquitecto y del ingeniero encargado de la construcción no se han podido adivinar las intenciones del propietario respecto al uso de unas calderas y de unos equipos radioactivos novedosos y al parecer muy apropiados. Dada esta incertidumbre, una multitud de obreros pasan largos periodos sin trabajo aunque se les remunera con puntualidad (por la fama del dueño, cualquier aventura sindical podría ser peligrosa). Sin embargo, después de varios siglos la ineficiencia empieza a manifestarse y, en opinión de los entendidos y de una buena parte de las redes sociales, es que semejante habitáculo nunca podrá funcionar por la falta de claros objetivos, por la procrastinación del patrono y --aunque sea menos evidente-- por el débil compromiso de los financistas. Por todas estas razones la vida en el mundo transcurre en paz (haciendo cada uno lo que le da la gana) y nadie se ocupa de alborotar la situación no sea que el mismo diablo se avive y le dé por concluir aquella odiosa mansión.

MEDICIONES 

Estoy pensando si existe una forma de medir el amor. No existen todavía aparatos para hacerlo, pero el sudor en las manos y  el hormigueo en el estómago son señales de que algo está sucediendo. Solo que una medida en metros, en litros, en arrobas o en vatios no se ha considerado aún por el peor de los optimistas como Woody Allen o el más cerrado de los  idealistas como Foster Wallace.