viernes, 20 de septiembre de 2019

los perros de otros

A veces, para animar el día, se tienen estos pensamientos derivados de otros. A un amigo de los perros que publica una columna en El Colombiano le dije: haría falta, para compensar, una crónica sobre los “indiferentes de perro”, como este servidor, que únicamente los mira con cuidado cuando acompañan a una bella dama (por ella, no por el can), cuando asoma en mis ojos el miedo de un rotwailler, o para admirar uno de esos ejemplares de lobo plateado, con ojos azules, que a veces se cruzan en mi camino remolcando a su dueño. Pero todos ustedes, los esclavos del perro, me dejan cierto sabor a piedad. Es inevitable: la amistad no es del todo incondicional.