jueves, 5 de marzo de 2020

gabo y octavio paz

Leyendo algún escrito sobre la diferencia entre Octavio Paz y Gabriel Garcia Marquez reviví un argumento de mi vida: he leído casi todas las obras de los dos, y siempre encontré que la amistad de ellos era precaria aunque provenían (e iban) por caminos diferentes. Pero en el Laberinto a la Soledad de Paz encontré y aprendí muchas razones sociológicas de nuestra naturaleza americana, y luego en la narración El General en su Laberinto de Gabo hallé otras razones, más de idiosincrasia, para entender la respuesta política de los americanos. El uno desde el ensayo, el otro desde la novela, nos proveyeron de claves de interpretación de nuestra realidad, por encima de cualquier posición ideológica que mostraran ambos. Lo de GGM es estética, pura belleza; lo de Paz es reflexión que se hunde como un sable samurai en un objeto: ese es el argumento en el cual me pierdo cuando pienso lo difícil que es, al escribir, conjugar estos dos espléndidos esfuerzos.