jueves, 14 de marzo de 2024

 A propósito de En Agosto Nos Vemos, la ultima novela de Gabo, le escribo a un amigo:

Juan Felipe: sobre el cuento largo de Gabo, acabo de finalizarlo: así se hace, sorbo por sorbo, apurando el deleite de una metáfora bien hecha, de un episodio con detalles y un erotismo sin flagrancias. El suspenso en el relato de los veinte dólares es para mi suficiente. De todos modos el lenguaje, apreciado amigo, es soberbio en el claroscuro de los años. (Y por fin sé cómo deben marcar su territorio los varones! ). El mensaje de respuesta hoy de Mónica Alonso es aun mas revelador por la modestia como nos explica su participación en este libro cuyo Jefe, dice, le dio todas las oportunidades,

lunes, 26 de febrero de 2024

 

LO QUE FALTA

 Estos años que nos faltan

no tienen la apariencia

de los que ya hemos vivido;

se maduran los frutos

en un bucle de tiempo.

Los nuevos días no son fugaces:

tienen cogollos para crecer

ante los vertiginosos raudales.

 

Dic 2021

 Poetas Centrípetos

He leído algo de Libaniel Marulanda sobre el hermetismo literario, expresión irónica con la cual abarca una serie de escritores cuya mayor virtud parece ser la circunspección y la reserva. Vale decir, el hermetismo en su género más virtuoso.

Comenzando por la poesía, se me ocurre esta hipótesis que permitiría alimentar un tremendo e interesante debate: creo haber identificado una clase de poetas que se llamarían centrípetos porque son oscuros y difíciles a tal punto que uno siempre los percibe como mirándose el ombligo (v.g., centrípetos como Ezra Pound, el mismo Kleist, quizás Leon de Greiff, Gerardo Diego, William Ospina, Eduardo Gómez, Juan Restrepo).

 Y otros que llamaremos centrífugos porque que se salen de madre y expanden su retórica, su sintaxis, su vocabulario de tal modo de hacerse comprensibles y agudos como Benedetti, Neruda, Jorge Zalamea a veces, Rojas Herazo casi siempre y J. M. Roca, cada rato, y sus equivalentes en prosa, cada uno con su parte, como Gabo, Fuentes, Cabrera Infante, Mujica Laínez y quizás menos Mutis y del Paso para no decir más.

 

miércoles, 21 de febrero de 2024

RECUERDO TARDIO

En el tibio amanecer de la calle Corrientes
se percibe el alma del pasado y el eco ya lejano
de aquel bandoneón que gime su desesperanza.
Brisa de una tristeza abandonada en el puerto,
noticias pegajosas de un cafetín atiborrado
con la dulce y lánguida melodía de arrabal.
Alegre metrópoli de genoveses y gallegos,
exaltación del mate, del laburo, los guayos y el asado,
te siento Buenos Aires, de Borges tan cercana,
y tan remota y fresca del antártico confín.

Una chica rubia y alta
insolentemente guapa
es una pincelada de luz
al inicio del invierno.

lunes, 19 de febrero de 2024

mirada de amor

 

Mirada de amor

Es mi ojo, pero es la trayectoria de mi mirada la que atraviesa el espacio para llegar a tu pupila que me espera con amor. Al llegar, un inesperado habitante de tus ojos me cierra la entrada con las múltiples rejas que son tus pestañas artificiales. Allí en el artificio se detiene mi amor pues mi mirada es solo el instrumento de un afecto que se niega al rechazo falso en el momento más significativo de su brillo.

 


el obediente

 El obediente

Daniel, el ventrílocuo, hablaba a través de su muñeco llamado Plato. En cada función había siempre una disputa entre los dos (que a menudo el público padecía con angustia), querella que no se cancelaba sino en el camerino cuando Daniel arrojaba a Plato en una caja de sombreros dispuesta para ese trajín, y cerraba con estrépito la tapa. Amigo de la libre expresión, Plato no se resignaba a este tratamiento hasta que encontró la respuesta, es decir, la forma de abandonar el infame encerramiento: reconoció a Daniel, le obedecía en todo, no lo hacía quedar mal frente al auditorio y consintió resignado todas las burlas y atropellos que le urdía su dueño. Ese mismo día nació la sumisión, que se introdujo en el alma de los hombres para garantizar así la paz que los poderosos necesitan para su abundancia.