Usar el pasado
 
            Hay cierta clase de sujetos utilitaristas que necesitan de su pasado
 como un beneficio. Por lo tanto, se servirán del pretérito buscando y
 recogiendo de él aquellos fragmentos de éxito que se puedan
 exhibir ante terceros y en provecho propio. 
Si bien tienen buena memoria, no le será difícil esta operación de poner 
lo ocurrido en una cadena de montaje y disponerse a 
esa labor de escogencia que le dará el provecho imaginado; 
solo necesita ser muy cuidadoso para esconder solo las 
mayores dificultades o escamotearlas para que su presentación 
no ofenda ni perjudique. 
Si su memoria es frágil, el utilitarista se ve forzado a 
inventar (personas, escenas, anécdotas) hasta quedar 
satisfecho con la producción de su pasado de tal modo
 que su obra le quede consolidada y el disfraz plenamente establecido. 
Quedan pocas excepciones de este cuadro y una de ellas
 es el Holocausto que no se pudo callar.